Y la niebla del bosque se impuso de nuevo, trayendo consigo a la inmensa oscuridad y a la terrible nieve que empobreció a la dulce tierra. En aquel bosque, encontrar el camino correcto era muy difícil, ya que la niebla y el viento traían confusiones enormes al mostrarnos diversos caminos que nos llevarían a perderlo todo por el escudo del agua que protege al espíritu cuando la luz no llega. Todos tomamos caminos diferentes y nos arriesgamos entre la niebla y el flotar al saltar en la adversa oscuridad. Sin embargo, la verdad está muy lejos de donde todos nos encontramos, en medio de un laberinto de bellas visiones que engañan a la dulce arena. Y la tarea se volvió más difícil de lo que pensábamos al principio, al vernos envueltos de mantos fúnebres cuya maldición del dormir en la niebla impedía que nos dirigiéramos donde nuestro vuelo placentero es la pelea por nuestros sueños más hermosos.
En medio de tanta oscuridad los miedos se acentúan cada vez más conforme nuestro andar se prolongue y, entender a esa oscuridad y el tortuoso camino que se vive en ella, es la canción de todos nosotros. Sin embrago, nadie se atreve a saltar y andar en los senderos de tinieblas donde el cielo cubierto de estrellas es la oscuridad que cobija e impulsa a pelear. El ciclo del agua es la pelea por la que debemos saltar ya que en ella se encuentran inmersos nuestros sueños más preciados y el significado de nuestra existencia efímera y fugaz, que en forma de una flecha disparada por nosotros mismos, nos muestra el camino que debemos seguir para que el fuego nunca se extinga y la espada resurja de las cenizas para volver a pelear por la luz de todos nosotros. Y saber que, a pesar de todos los obstáculos que surgen en medio de la oscuridad, hallar la fuerza del viento de nuestro interior es la respuesta para poder saltar hacia un camino verdadero marcado por la flecha donde la espada de fuego nos llevará a volar por nuestros sueños.
Al final, ese viento que erosiona nuestra tierra nos tomará de la mano y nos llevará donde el fuego no perece y es entonces cuando se levantará la tierra de la nieve como enhiestos collados llenos de flores y la luz volverá al bosque por la lluvia de todos para entonar la canción de todos nosotros en un hermoso festival de luz y oscuridad.
“Pido en el nombre de la canción del universo que el agua no se detenga;
que su espada peleé en medio de la oscuridad adversa al andar entre la niebla;
que su escudo sea el hielo finito y su ola una gran tormenta tras una cerradura;
que el viento caminé como un escudo entre la niebla para llegar a la oscuridad;
por sombras y tormentas llegue donde esta la fortaleza que es su única espada;
que la tierra siempre proteja a la arena y a las flores que en ella se encuentran;
que siempre atraviese su espada por la nieve que trae la oscuridad;
porque sólo así llegará el fuego que nos guiará con la flecha;
y la flecha nos llevará donde la luz invada de sombras al bosque de niebla;
entonces todos nuestros sueños cantarán al son de la melodía del universo.”
Ethain